Libro Ir Al Hueso Animales Hambrientos Gabriela Orlandi
en 6 cuotas de
Llega el martes
Solo en CABA y zonas de GBA
Comprando dentro de los próximos 33 min
Retirá entre el martes y el miércoles en correo y otros puntos
Ver en el mapaConocé la
Características principales
Título del libro | Animales Hambrientos |
---|---|
Subtítulo del libro | Ir-al-hueso |
Autor | Gabriela Orlandi |
Idioma | Español |
Editorial del libro | Viajera Editorial |
Edición del libro | 1 |
Tapa del libro | Blanda |
Con índice | Sí |
Año de publicación | 2024 |
Otras características
Cantidad de páginas: 68
Altura: 17 cm
Ancho: 11 cm
Peso: 20 g
Material de la tapa del libro: Cartulina
Género del libro: Literatura y ficción
Subgéneros del libro: Poesía
Tamaño del libro: Bolsillo
Colección del libro: Viajera Bolsillo
Edad mínima recomendada: 10 años
Edad máxima recomendada: 100 años
ISBN: 9789873719653
Descripción
El sintagma “ir al hueso” me lleva a pensar un sentido que se abre al utilizarlo en distintas expresiones. Decimos, por ejemplo, “llegar al hueso” para referirnos a lo central de una cuestión, pero también podríamos usar “pelar el hueso” para aludir a la acción de quitar con la boca toda la carne, vinculada a los animales. El yo poético abandona representaciones frecuentes sobre la escritura de poesía, para dar lugar al inicio de una metamorfosis en cuatro capítulos: “la poesía tiene su belleza clásica, ni la recuerdo”. En este laberinto de situaciones under, es fundamental no sólo el hallazgo del cuerpo transformándose en animal, sino también que esta metamorfosis detonará la noción de espacio: “descubrir el espacio es una verdadera adicción a la fuerza poética”. Entendiendo descubrir como el acto de poner en palabras, ir-al-hueso desarticula las dicotomías cuerpo/entorno, adentro/afuera, humanos/animales, humanos/naturaleza, lenguaje/objetos. Así, no crujen las ramas silvestres, crujen las arterias; el yo golpea con el hocico y acaricia rumores; las palabras se pueden tocar y comer: “en migas de pan y letras pasamos la tarde”. En definitiva, esta transformación habilita un decir no domesticado, un correrse de los encasillamientos para terminar afirmando: “Llego empachada al hueso / ya pelado / descascarado / en pulsión / brota enérgica / soy un animal libre / aterrado que come / en una metamorfosis poética”.
María José Medei